Creo que es la que más me gusta de todos los retratos: una pose tranquila, sin forzar colocación de las manos, sólo una mirada a cámara serena y sutil. Además, acompaña una buena iluminación. No sé si en esta imagen te has recreado en la edición pero, en cualquier caso, no se nota demasiado, que es de lo que se trata.