Toledo como nunca se ha fotografiado V

 Todas las Fotografías: La AFT en su conjunto y socios de la misma. 

www.afotoledo.com 

Textos: José María Moreno Santiago 

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La idea

La Asociación Fotográfica de Toledo, rinde homenaje por 5ª vez a su querida ciudad, iluminando y fotografiando, al sureste, una de sus más bellas zonas conformada por el cerro del Bú a quien abraza el propio río Tajo y el desembarco del arroyo de la Degollada. 

Se trata de un yacimiento arqueológico de gran importancia, ubicado en un lugar estratégico de control del paso por el río hacia el norte de la Meseta, fue sede de los primeros pobladores en la Edad del Bronce, que al final de ese período se trasladaron al otro lado del río, en el peñón de la actual ciudad de Toledo. Hace poco, por parte del Consorcio de Toledo, se ha realizado una notable intervención con el propósito de poner en valor el espacio y profundizar en el conocimiento de los restos conservados. 

Sobre una antigua técnica perdida en los mismos orígenes de la fotografía, este año la Asociación Fotográfica de Toledo se ha propuesto acometer la 5ª edición de una gran actividad que comenzó el año 2010, a la que llamamos “Toledo como nunca se ha fotografiado” con otra gran panorámica nocturna, realizada en esta ocasión desde una zona próxima a la Piedra del Rey Moro, donde nos cuenta la leyenda que el príncipe Abul se convirtió en roca para poder observar eternamente la ciudad donde había muerto su amada Sobeyha. 

Como en ediciones anteriores se trataba de iluminar los grandes espacios oscuros mediante flashes y luces led, en manos de 40 miembros de la asociación que se ofrecieron a tal fin. 

 

Las pruebas

Con unos cuantos voluntarios se realizaron pruebas previas y ensayos con diferentes puntos de vista, en el entorno del Cerro del Bú. 

Las pruebas consistieron en iluminar con flash una zona determinada asignada a cada "flasheador", así como diferentes formas de iluminación con proyectores led de gran potencia. 

 

La organización 

Hicimos varias panorámicas diurnas y nocturnas desde los mismos puntos para poder observar qué zonas quedaban oscuras, cómo podrían iluminarse y desde dónde. 

Determinamos dividir la panorámica en 4 grandres zonas:

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En estas fueron distribuidas todas las personas que se ofrecieron como iluminadores, llamémosles "flasheadores" en la que se marcó con detalle la situación, dirección, hora y área a iluminar. Además se impartieron instrucciones muy concretas en un manual realizado a tal fin. 

Pocos días antes, fueron determinados cuatro coordinadores de zona en las personas de Gregorio Barbero, David Utrilla, Eduardo Salas y José Mª Moreno cuya labor conjunta ha sido fundamental en el éxito de la operación, colocaron a cada persona en su lugar concreto dentro de su área, hasta su modelo de flash y su potencia de alcance, distribuyeron su recorrido concreto así como el sentido, dirección y ángulo de los flashes para que no deslumbraran a las cámaras, llegando a marcar incluso su recorrido peatonal los puntos de inicio y fin, con la ayuda de copias, para apreciar los senderos y caminos "posibles" así como la hora exacta de comienzo y tiempo de destellos. 

LOS "FLASHEADORES": Constituyeron al "alma mater" de la actividad y son los verdaderos fotógrafos sin cámara, pues como pasa con algunos de los grandes de la fotografía mundial, sus cámaras las disparan sus ayudantes, ellos sólo se ocupan de las cosas importantes como la iluminación, la composición y demás. 

Empezando por el final y aunque no están todos los que son, sí son los que están, en la foto de grupo que tomó Arturo Gutiérrez, de la Junta de la AFT: 

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Varios de los socios, entre ellos, Soledad Tante, Sara, Marian Blasco, Agustín Pastor y Alberto Amor "cubrieron" el evento con sus fotos: 

 

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Algunas zonas antes y después con flashes: 

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La técnica

No vamos a calificarlo de complicado, porque no lo es, pero sí bastante laborioso tanto la toma como la edición. 

Se trata de realizar panorámicas por barrido horizontal compuestas por 5 tomas diferentes a unos 30 grados de giro solapando un 30% entre una y otra. Esto tampoco tiene una gran complejidad, el problema viene en la exposición pues tenemos unas diferencias de luminosidad entre las luces altas (Alcázar y Catedral) y las bajas (zonas de pradera) del orden de 1:1024 veces, lo que supone abarcar 10 pasos de exposición que con los márgenes necesarios para captar detalles nos vamos a 12 pasos. La vista humana es perfectamente capaz de absorber esas diferencias sobradamente pero las cámaras no, por lo que hicimos grupos de 7 tomas sincrónicas en HDR con una diferencia de +-1 paso en cada una de las tomas necesarias en la panorámica. 

Así se realizaron las tomas inmediatamente posteriores a la hora de término de los flashes. 

El conjunto de estos flashes destellaron durante 30 minutos unas tres mil veces; cada uno de los cuales durante 10 minutos en cada una de las zonas, para que las cámaras pudieran captar su zona a su hora (22:00, 22:10, 22:20) dejando unos segundos de margen para cambiar las posiciones de la cámara. 

Aquí la técnica de cámara fue completamente distinta, conocíamos la exposición por las numerosas pruebas que hicimos anteriormente, sólo era necesario fotografiarlos a todos claro, y resolver varios problemas técnicos de los modernos sensores digitales ¡que no se han diseñado para hacer fotos de media hora! como son el excesivo calentamiento, el ruido digital y otros lindos problemas. Realizamos series por ráfaga de varios segundos ininterrumpidamente para luego por software unirlas. Hay varios programas de fotografía astronómica que realizan esto de forma espectacular, aunque realmente se hizo programando varias acciones específicas de apilamiento por acumulación y ensamblado. 

Pues así lo hicimos ...y llegó la hora de las cañas. 

La edición posterior fue mucho más laboriosa pero tampoco complicada, hay que ensamblar las casi 200 fotografías tomadas de cada zona, unirlas de modo amigable para que no regañen unas con otras y listo. 

Sólo apuntar algunos datos curiosos: La fotografía final en la estación lleva en Photoshop decenas de capas, 20 máscaras y 5 acciones, el tiempo de edición ha sido de 30 horas, se han utilizado 5 programas y su tamaño completo a 16 bits es de varios Gb. 

El procesado es tedioso pues a pesar de disponer de un potente ordenador multinúcleo, hay que cerrar los programas a menudo para aliviar las tremendas memorias temporales que se generan. 

No queremos desarrollar excesivamente este apartado porque se haría muy pesado y además, como en la magia, algo debe mantenerse siempre oculto. 

 

Los resultados

Antes: 

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Y después: 

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Datos

Realización: 17 de septiembre de 2016 Desde las 22:00 a las 22:30 h 

Nº aproximado de destellos de flash: 3.000 

Fotógrafos: 40 

Superficie iluminada: 250.000 metros cuadrados 

Plató disponible: 2 kilómetros cuadrados 

Cámara y edición: José María Moreno Santiago 

Equipo: Hasselblad H4D, HC 50-110 mm f/4, Gitzo nº 4 

Nº total de fotografías tomadas, incluyendo las pruebas: 1.100 

 

Autores

Agustín Pastor, Alberto Amor, Alex Valenti, Alfonso de Ancos, Alicia Patiño, Ángel Cano, Ángel Serrano, Ángeles Crespo, Arturo Gutiérrez, Carlos del Moral, David Utrilla, Eduardo Salas, Emilio Garrido, Enrique Garrote, Francisco Rodríguez, Gregorio Barbero Sánchez, Gregorio Pérez, Iván Barbero, Javier Camaño Sobrino, Javier Gallego, Javier Gómez Pula, Jesús Espada Jimeno, José Luis García, José Luis Holgado, José Luis Palomo, José María Moreno García, José María Moreno Santiago, Juan Encinas, Juan Manuel de Paz Martín, Julián Nieves, Mar Limón, Marian Blasco, Raúl Cañamero, Rubén Aller, Sara, Silvia Sánchez, Soledad Tante Agudo, Vanesa Gómez y Víctor Sánchez Infantes. 

También es obligado citar aquí a todos los integrantes de esta asociación que, por diferentes razones u obligaciones, no pudieron asistir pero que nos han apoyado y animado sin parar. 

Es la quinta vez en la historia de Toledo, que la AFT realiza una fotografía panorámica de toda la ciudad de esta forma, y creemos que posiblemente de cualquier otro lugar o al menos, no tenemos noticia de que nadie lo haya hecho con esta dimensión. 

Terminamos atreviéndonos a dedicar este trabajo a nuestros vecinos, los primeros pobladores toledanos de la Edad del Bronce, con quien damos un fuerte abrazo de amistad a nuestra tierra, a esta ciudad única que es Toledo, Patrimonio de la Humanidad.

Vídeo ilustrativo de la actividad, editado por José María Moreno Santiago:

 

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