El título es obviamente un juego de palabras, pero no me digáis que, para lo “pasotas” y huidizas que son las vacas, no están en este caso muy interesadas y se han plantado tan “chulas” en curiosa formación… La clave… yo iba con mi perrito, que es lo que despertó su habitualmente escondida curiosidad. Sé que la luz no era la mejor, pero había que intentarlo.