Cindy Sherman "Sin título, 1994"

La imagen de hoy no necesita explicación técnica. Pide más una comentario personal, en busca del sentido e intención que pretende la fotógrafa y, si es posible, las sensaciones que ese resultado nos transmite. Al fin y al cabo ¿no es eso la fotografía, por encima de equipos y datos técnicos?

La imagen que traemos hoy es obra de Cindy Sermann, y está integrada dentro de una serie con varias imágenes utilizando el mismo motivo.



Hay una mezcla de belleza y brutalidad en la imagen. Una representación impostada de deseo. No es real. La autora nos presenta a dos muñecos de plástico, látex o cualquier otro material que desconocemos. Su aspecto es de todo menos “apetecible” a la vista. Sin embargo, no deja indiferente.

La obsesión de la autora ha sido siempre el transitar por terrenos poco trillados, alejados de lo que se considera “políticamente correcto”. Eso, en el año de realización de la fotografía, era igual de complicado que ahora.
La imagen representa a dos cabezas de plástico en busca de un beso tan ficticio como ellas mismas. Hasta su deseo teatral no es real, produciendo un desasosiego que no sabemos de dónde viene.
Sherman ha jugado con esa idea en otras imágenes, autorretratándose, incluso, con la figura femenina desprovista de vida, cosificada, alejada de interés sexualizado. La imagen como impostura, como pose ¿No es eso, en realidad, la fotografía: impostura?

Los datos técnicos, de iluminación o la cámara utilizada, como hemos dicho, no tienen la más mínima importancia. Sherman no es una fotógrafa interesada por el acto fotográfico, -según dijo Lola Garrido en la extinta Revista Foto- y sospechamos que tampoco atesora ningún fetichismo por el dato técnico.
El esfuerzo por parecer bellos y la superfluidad como forma de vida. Seguro que es algo que Sherman ha visto incrementando en estas dos décadas, desde 1994, fecha de realización de esta serie. Un síntoma desagradable de la sociedad, con el que la autora juega, retorciendo sus clichés, reivindicando la fealdad como una “cuestión de belleza”-.
Relacionado con el esfuerzo de la sociedad por la apariencia y la belleza de cara al resto, que ahora mismo también se relaciona con el campo de la fotografía, donde abundan los aficionados cuyo único leitmotiv es la belleza por la belleza, Sherman construye un universo teatral impactante, que busca desasosegar al espectador, no deleitarle.

En imágenes anteriores, aparece ella, la autora, camuflando su identidad, construyendo personajes y situaciones. Esa teatralidad, la construcción de escenarios y situaciones, ya se hace en publicidad desde hace mucho tiempo. Sherman lleva ese recurso a un terreno más “pantanoso”, sin frivolidades ni grandilocuencias, algo a lo que recurre en demasía parte de la fotografía publicitaria actual.

En la imagen que comentamos hoy, para terminar, hay cierta perversidad y fetichismo, cercana a una fantasía tópica y típica masculina. Con la imagen de dos seres inanimados, simulando vida, Sherman nos retrata la soledad, el desasosiego mismo, utilizando para ello dos simples muñecos.
El juguete roto, la fantasía masculina hecha pedazos. No hay belleza, no hay vida, no hay “buen gusto” para el ojo común, sino fotografía.


PD: Sara, te hemos reservado la biografía de esta autora para la sección de "fotógrafos con..."

Fuentes:
www.rtve.es/alacarta/videos/atencion-obr...ola-garrido/3179280/
oscarenfotos.com/2012/08/18/cindy-sherma...na-de-los-disfraces/
Revista Foto, número 198, junio 1999.