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Efecto invernadero

09 Oct 2011 09:02 #66935
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Prontor Autor del tema Requetemaster fuera de línea
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En el último número de FV, he visto un artículo de Antonio Molinero, en mi opinión, uno de los mejores críticos de fotografía, que he escaneado y pasado a word. Creo que puede ser bastante polémico, por eso lo cuelgo.:) Por mi parte lo suscribo completamente. ¿Dónde están en las galerías y en las exposiciones de hoy día, los paisajes, los retratos, la publicidad, los objetos, las bodas, los desnudos, los macros, la vida cotidiana, la naturaleza,..? ¿dónde están?

EFECTO INVERNADERO (A. Molinero Cardenal)
Mientras veía la última edición de "World Press Photo", expuesta en el "Centro de Cultura Contemporánea" de Barcelona, no pude evitar llegar o la conclusión de que, si las cosas fueron como deberían ser, el destino final de esta monótona y reiterativa exposición colectiva debería ser la sala de exposiciones de alguna ONG del tipo de "Reporteros sin fronteros" o "Los últimos de Filipinas". y es que, en los tiempos que corren, también las salas de arte, incluidas las de "alto standing", se han transformado en ONGs con "fines solidarios"; término, ciertamente noble y profundo, que de tanto usarlo en vano ha acabado por carecer de sentido.
Una vez sacadas de su contexto originario, del que no deberían haber salido nunca estas monocordes y repetitivas instantáneas (esto es: las páginas de la prensa diaria, los dominicales y alguna que otro hoja parroquial), y una vez enmarcadas en una sala de exposiciones del estilo del "C.C.C." están más perdidas que un pulpo en un garaje. Es algo así como esos terrenos recalificados, que de un día para otro y por arte de magia, se revalorizan de forma harto extraña e incomprensible. Recalificar simples instantáneos de prensa, exhibiéndolas en salas de arte, una vez sacadas de su contexto originario, cuan ex¬quisitas "obras de autor", no deja de ser una estafa, lo mismo que la recalificación de terrenos, por muchas vueltas al ruedo que luego den estas cansinas exposiciones, con la sonrisa cómplice de los medios de comunicación que, sin el más mínimo sentido autocrítico, celebran como un triunfo propio lo que en realidad es un auténtico fracaso, esto es, lo sobrevaloración de la más vulgar y anodina fotografía de prensa. O como diría muy gráficamente el gran Eugene Smith, refiriéndose precisamente o las nefastas consecuencias que trae consigo la descontextualización de la fotografía de prensa: "No aguanto esas malditos muestras de paredes de museos, con pequeños marcos nítidos, donde uno mira los imágenes como si fueran obras de arte". Con sinceridad: no es de recibo que el fotoperiodismo más involucionista y superficial haya invadido, cuan plaga de la langosta, todo tipo de salas de exposiciones institucionales, mientras otros géneros fotográficos (naturaleza muerta, desnudo, retrato, autorretrato, fotogramas y otras técnicas de laboratorio) raramente se exponen, dando la sensación de que están expresamente vetados de antemano. Curiosamente, y aún siendo los amos del cotarro, muchos reporteros no paran de quejarse, creyéndose a pie juntillas que todavía no están lo suficientemente valorados ("La fotografía de prensa es el pariente pobre de la fotografía ", dice Gervasio Sánchez), mientras que otros ámbitos fotográficos, que no tienen la más mínima posibilidad de dar a conocer su trabajo, escuchan perplejos sus grandes incoherencias y su absoluta falta de solidaridad con el resto de la profesión . Si supuestamente se solidarizan con los sectores más marginados de la sociedad, ¿por qué no hacen lo mismo con sus compañeros de profesión? Mis queridos hermanos pancromáticos: me gustaría que alguno de vosotros me contestara esta pregunta, sin tener que recurrir a las más peregrinas evasivas o la descalificación personal, con argumentos sólidos y solventes.

Y es que uno tiene la impresión (y ojalá me equivocara, pero a lo largo de los años he tratado a muchos fotoperiodistas y la tolerancia y el respeto por las ideas ajenas no es precisamente su fuerte: si no estás con ellos, de manera automática te conviertes en su enemigo) de que amplios sectores del fotoperiodismo están en permanente estado de sitio, buscando enemigos donde no los hay: la democracia visual y el pluralismo ideológico siempre es positivo, a no ser que se añore el muro de Berlín o se tenga a Hugo Chavez o Lenin como ángeles de la guarda ("Libertad, ¿para qué?"), algo que no hay que descartar en absoluto cuando hablamos de fotoperiodismo: en más de una mesa redonda en la que he tenido la ocasión de participar (o asistir, como simple espectador) no ha habido manera de convencerles de que, además de la fotografía de prensa, existen otras opciones fotográficas, incluidas las que ellos, de manera sectaria y peyorativa, denominan (sic) "individualistas, pequeñoburguesas, escapistas e insolidarias" (desnudo, autorretrato, retrato, naturaleza muerta), ya que, según su fundamentalista punto de vista, poco menos que el foto-periodismo representan la totalidad de lo terrenal. Y totalidad, no lo olvidemos, se aproxima a totalitario.

A los hechos me remito: en el momento de redactar este artículo, en la ciudad de Barcelo na y en el resto de España pasa tres cuartos de lo mismo, salvo honrosas excepciones, es prácticamente imposible visitar una exposición que no sea de reportaje, incluido el fotoperiodismo más involucionista e intrascendente que, una vez sacado de las páginas de la prensa diaria, pierde su identidad y su razón de ser, con un importante matiz: mientras que una buena parte de fotoperiodismo actual sin pie de foto se ha vuelto completamente autista y poco menos que es letra muerta, las lúcidas y encantadoras instantáneas de los grandes maestros del pasado, aún hoy día, siguen teniendo vida propia y están plenamente vigentes. La exposición de "World Press Photo " está a cargo de la "Fundación Photographic Social Vision", que sobre todo cree en "el efecto multiplicador" de la fotografía de compromiso social. Según su mesiánica declaración de intenciones: "Acercando a la sociedad problemáticas y necesidades sociales, podemos mover conciencias e inspirar acciones que cambien esas realidades. Nos comprometemos a denunciar desigualdades sociales tratando de aportar un enfoque de esperanza", haciendo suya la idea de Eugene Smith, según la cual: "La fotografía podría ser esa tenue luz que modestamente nos ayudara a cambiar las cosas", olvidándose de una forma un tanto sospechosa y torticera que el genial Eugene Smith consideraba tan importante la forma como el contenido ("Me gusta que la luz salga de la oscuridad" ), apostillando: "No soy un moralista con cámara, sino un cínico dotado de compasión", transformando por completo el universo semántico de la fotografía, mientras que "World Press Photo" (lo mismo que "Fotopres"] abogan precisamente por lo contrario, por el más absurdo e incomprensible raquitismo ideológico y aislacionismo visual.

Aquí y ahora , convendría recordar (¡Ojo al dato!) que Eugene Smith y otros grandes maestros de la fotografía de compromiso social (desde Lewis Hine hasta Sebastiáo Salgado, pasando por Dorothea Lange, "Chirn" o Eugene Richard) no han pasado a la historia como grandes transformadores de la sociedad (tarea que les viene grande, para la que en absoluto están capacitados y que, básicamente, deberían llevar a cabo los políticos, los economistas y los científicos), sino por haber sido capaces de mostrar los grandes dramas de la humanidad mediante nuevas perspectivas visuales, algo que da la impresión que no tienen nada claro una buena parte de los participantes de "World Press Phoro" (y "Fotopres"], obsesionados con adoctrinar al espectador y dejando las cuestiones estéticas para más adelante: los pobres están tan preocupados por lo deteriorado que está este mundo cruel, que no tienen tiempo material para reflexionar sobre lo que significa el "acto de mirar". Un fotógrafo básicamente tiene que hacer buenas fotos, no soltar sermo¬es a la concurrencia. Y punto. Lo contrario es haberse confundido de profesión.

Lo suyo básicamente es la fotografía con mensaje. De ahí no les sacas. Y con franqueza: las fotografías con mensaje (con el consiguiente adoctrinamiento mental, paternalismo ideológico y moralina barata) son un auténtico coñazo: soy lo suficientemente mayorcito para tener mis propios puntos de vista y criterios éticos, sin que el moralista de turno me señale con el obturador de su cámara y me perdone la vida (y a veces ni eso], acusándote de no comprometerme (¡Como si fuera una obligación!) y de hacerle el juego al neoliberalismo (todo un pecado de lesa humanidad) y sandeces por el estilo, típico de aquellos partisanos que todavía siguen en las trincheras, confundiendo la república de los sueños con las pesadillas estalinistas. Tal como señala el gran fotógrafo coreano Noh Suntag: "El método de denuncia, claramente de formación y adoctrinamiento, me parece dudoso " Además, sin imaginación, ni poesía, ni forma visual, algo que de forma incomprensible, descartan "a priori" muchos reporteros gráficos del sector más fundamentalista del fotoperiodismo, que controla un montón de medios de comunicación, la fotografía es papel velado; no así en el reportaje de autor, en el que el dolor y a imaginación se dan fraternalmente la mano, tal como revindican Graciela Iturbide, Eugene Smith, Josef Koudelka o Eugene Richards, por solo citar cuatro grandes figuras de la fotografía expresamente comprometidos con los más sangrantes dramas humanos. "La fotografía, tal como nos recuerda Sebastiáo Salgado, es escritura gráfica, el fondo y la forma van unidos", a lo que añade Mario Giacomelli, otro de los grandes maestros del reportaje ' de autor: "La fotografía necesita de la realidad, de algo que esté delante del objetivo, un contenido, pero también el lenguaje es importante. Yo quiero documentar, pero quiero que las imágenes atrapen al espectador y queden impresas en su memoria y eso se consigue a través de la forma, de la sintaxis que utilizas para construir las fotografías. Por eso trabajo mucho las fotografías incluso después del disparo ".

En fin: el sistema de zonas también existe en la realidad, no sólo es un sistema de exposición, revelado y positivado, ya que no todo es blanco o negro, existen múltiples matices intermedios que la fotografía con mensaje o doctrina política (que obligatoriamente a de ser de izquierdas, en caso contrario automáticamente te conviertes en un indeseable o un "neoliberal" que no tiene derecho a vivir o expresarse en libertad, es incapaz de definir o concretar. Además, tal como nos recuerda Martin Parr, "en el mundo occidental es tan importante ir a la guerra como al supermercado", añadiendo, "No defiendo mis convicciones a gritos, es la gente la que debe determinar cuáles son. No quiero dar lecciones con mis imágenes, sino mirar el mundo donde vivimos". Y me da la impresión de que a una buena parte de los reporteros actuales, además de intentar "dar lecciones" de urba-nidad política a los que no piensan como ellos (en plan "formación de espíritu solidario", versión actualizada de la "Formación del Espíritu Nacional" franquista), algo francamente absurdo, por no decir que tiene ribetes totalitarios, casi en exclusiva les interesa la franja de Gaza y otros infiernos terrenales por el estilo (en donde no necesariamente se plasman buenas fotografías), pretendiendo convertirse mientras tanto en las Teresas de Calcuta de la fotografía y olvidándose de que también se pueden hacer buenas fotografías, sin ir más lejos, en un supermercado de Torrejón de Ardoz o durante un botellón en Cangas de Morrazo. Aunque pensándolo bien, sería mucho más interesante reflejar la vida cotidiana, a cuatro patas, de tu queridísimo perro (¡Trosky forever!), gato, camaleón, ornitorrinco, musaraña, escarabajo pelotero, zarigüeya o tal vez quelonio o "cocodrilatero" . Eso sí: será extremadamente difícil que con semejantes rarezas y excentricidades ganes el "Fotopres" o el "World Press Photo y ni siquiera un premio de consolación llegará a tu querida guarida: eres un puñetero indlvidualista que solo piensas en tu zoológico particular ("Jo tío, como te pasas, contigo me lo paso de coña. Los raros son ellos. Me viene de gusto irnos a Tokio, Indonesia y Australia. Jo tío, vámonos cuanto antes al Séptimo Cielo!"). O como diría, de nuevo, Martin Parr en una reciente visita a Barcelona, refiriéndose al mogollón de fotoperiodistas que cada año acuden en masa a Perpignán para intentar salvar el mundo y de paso vender la mercancía al mejor postor: "Intentan salvar el tigre de la India", como si les fuera la vida en ello. Y mientras tanto, si quieres transformarte en fotógrafo "a la moda" no tienes más remedio que hacerte militante de base de "Ecologistas en acción" o bedel de "Greenpeace" y denunciar las terribles consecuencias del "cambio climático y el efecto inver-nadero" ("dixit" , de nuevo, Martin Porr]. y mientras tanto, el cambio climático y el "efecto invernadero" se ha apalancado en el fotoperiodismo y no hay manera de mandarle con viento fresco a la calle a practicar verdadera "street photography", que eso sí mola un montón.

En resumen: las buenas intenciones, el voluntarismo sin más y lo político de gestos son simplemente eso: buenos intenciones y político de gestos. Y me da lo impresión de que detrás de tonto "buenisrno" de hojalata y buenos palabras, huecos y vacíos de contenido, hay una absoluta impotencia por desarrollar un verdadero proyecto visual, sin el cual la fotografía, cualquier tipo de fotografía, incluida la que se mueve en lo órbita de lo social, es papel velado: "Con mis fotografía s quiero cambiar el mundo . ¡Oh, yes! ¡Y mi vecino, que se cree presidente honorífico de "El Circo del Sol", está a punto de conquistar el Planeta Mercurio, a bordo de lo nave "Soyuz 18 "! En fin: como diría el bueno de Elliott Erwitt: "Paro mí, la fotografía es el arte de la observación. Consiste en buscar algo interesante en un lugar normal y corriente. Tiene que ver con lo que ves y con la manera de verlo", algo que brilla por su ausencia en una buena parte del fotoperiodismo de nuestros días, en gran medida sintetizado en "World Press Photo" y "Fotopres" ¡Por lo demás, que siga sonando Lisa Germano!

A. Molinero Cardenal

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09 Oct 2011 11:08 #66945
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Nell Master fuera de línea
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Soy de la opinión de Elliott Erwitt en la reflexión final "Paro mí, la fotografía es el arte de la observación. Consiste en buscar algo interesante en un lugar normal y corriente. Tiene que ver con lo que ves y con la manera de verlo"... Si en esa "personal" forma de ver el mundo se tercia la oportunidad de hacer una labor de concienciación, bienvenida sea, pero como en todo, también en fotografía no tendría que ser cuestión de todo o nada... (creo que pasamos a los extremos con bastante facilidad)
"Just a Nikon owner"

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Última Edición: Post by Nell.
09 Oct 2011 21:07 #66966
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Juanlu Llevo tiempo por aquí fuera de línea
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Hay que partir que World Press Photo, y Photopress son asociaciones de fotoperiodistas, por lo tanto, no van a exponer retratos ni naturalezas muertas, tienen un mercado muy específico, y que no se solapa con otras disciplinas fotográficas, así que si la exposición es de fotoperiodismo, no esperes encontar otra cosa. También es cierto que en fotoperiodimo lo que manda es el momento de la captura, y que la composición y otras reglas fotográficas quedan en segundo término.

Hace mucho que estoy desconectado de exposiciones y certámenes, pero recuerdo que hace tiempo, el fotografiar a un "negrito" era casi garantía de éxito, recuerdo que en las revistas de fotografía, los reportajes sobre negritos rodeados de miseria eran los que se llevaban todos los premios y atenciones. ¿Y quien no ha probado hacerlo, en algún viaje, una foto así? Suele ser garantía de admiración de amiguetes y familiares (ala, mira que foto, como los de la tele!)

Más mérito tiene hacer reportajes humanistas en nuestro entorno, que como lo tenemos muy visto, lo solemos pasar por algo. Imaginad a nuestro compañero Jose Maria Moreno retratando usos y costumbres en un suburbio de cualquier ciudad africana, o en un campo de refugiados, ya habría ganado todos los world press Photo!!!.

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10 Oct 2011 10:03 #67016
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Prontor Autor del tema Requetemaster fuera de línea
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Tengo varios anuarios del World Press pues, en tiempos, los mandaban gratis, salvo alguna rara excepción, no hay quien los aguante.

A mi entender, lo que se desprende del artículo de Molinero no es tanto el exponer un World Press Photo, que tiene su gregaria lógica, sino su repetición hasta la saciedad en casi todos los medios expositivos sean periodísticos o no, y sobre todo el planteamiento de moralina de fondo sin otro aporte de ningún tipo.

Hay fotos espléndidas de catástrofes y de miseria pero simplemente descriptivas, para periódicos, como las hay de botes de tomate para su fabricante, pero no por eso necesariamente son dignas de colgarse en una galería de arte como obra de autor. Creo que es preciso algo más, mucho más. Es lo que aportan esos grandes autores que cita, tan comprometidos o más con la sociedad de su tiempo, que los del World Press: Koudelka, Salgado o el propio Robert Doisneau y muchos otros. Es ese plus que te atrapa, te emociona, te hace recrearte en ellas, es la luz, es la forma la que, por encima de todo, te seduce. El mensaje, el contenido, no tiene sentido sin la forma, si lo tiene, bien, pero si no, casi que mejor. La emoción permanece, el contenido se olvida en el próximo telediario.

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10 Oct 2011 11:24 #67029
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Varamen Master fuera de línea
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Realmente es un artículo entretenido, ne le quito razón en cuanto a que está de moda este tipo de fotos, parece que son las únicas que "hablan" y el resto no dice nada, cierto que otras modalidades de fotografía pasan al olvido por no estar de moda, o por ser menos comerciales, si no venden lo mismo no vale, hace bien en denunciar que el arte fotográfico es algo más que fotoperiodismo.
Si a la primera no lo haces bien, el paracaidismo no es lo tuyo.

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