Sabias palabras de un consumado y polifacético artista que no sólo sabe dibujar con palabras sus reflexiones sobre la comunicación, sobre la condición humana, sobre las sensaciones, sobre la belleza, sino que la plasma magistralmente con los ceros y con los unos, con ese binario lenguaje que conforman sus magistrales imágenes y que dan sobrado soporte a la transmisión de esas sensaciones.
Es para mí un honor que este gran fotógrafo continúe con este bello trabajo, que yo tuve la suerte de comenzar hace algunos años, porque de esta forma lo incrementa, lo supera y lo llevará, sin duda, al nivel que merecen los hojalateros, los estucadores, los forjadores, los carpinteros de lo blanco, los ebanistas, los jardineros y todos aquéllos nobles hombres y mujeres que, con su inmenso esfuerzo, han logrado restaurar tantos elementos para el bienestar físico y espiritual de los pobladores de esta ciudad.
Alzo mi copa por Pedro Salvador y por todos ellos.