La luna y la muralla

Me atrevo a colocar esta foto aquí puesto que la luna estaba bastante más a la izquierda y si hubiera esperado a que se me metiera en el encuadre, se me habría ido por arriba
Los colores... qué decir de los que se pasan todo el día jugando con los L.E.D.s, no hay palabras para describir tal desastre.

Hola Miguel,

Me ha gustado... Difícil medición para que no se reventaran las luces... Desde mi humilde punto de vista, creo que el tono ocre de la muralla resta bastante protagonismo a los elementos en segundo plano... Sé que sería una foto completamente distinta, y también el nombre de la foto, pero precisamente cortaría drásticamente por la mitad y me quedaría con los elementos menos "cálidos" y azulados del segundo plano... De ser así, tal vez tendría cabida la composición horizontal con la luna algo más a la izquierda, porque en el formato vertical que nos traes, se que queda bastante pegada a la izquierda...

Por cierto, una pregunta: ¿el tamaño de la luna es real? porque me parece descomunal si la comparas con las construcciones arquitectónicas...

saludos.

Por partes

Lo primero muchas gracias por pasar y comentar, Manuel.

La muralla... realmente he bajado el tono del color existente en el momento de hacer la foto. Se suponía que debía ser morado por el día contra la violencia de género, pero la realidad es que era de un naranja casi fosforito, que hacía que la foto fuera mucho más desagradable de ver.

Respecto a la orientación, de haber seguido tu recomendación incluso no habría necesitado añadir el parche de la luna, pero quería incluir (aún a pesar de la estridencia del color) un monumento emblemático dentro del conjunto. Es más de haberla hecho en horizontal habría disparado hacia la derecha para pillar San Martín.

Y sí, creo que me pasé con la luna (cambié de focal a la hora de hacerla). Ahora bien, quizá en el momento en que comenzó a aparecer por detrás de los tejados tuve la sensación de que era enorme y de una forma, quizá exagerada, he querido reflejar ese tamaño de ese primer momento, cuando a penas se dejaba vislumbrar.