Como un soñador de Kavafis, Pablo se deja llevar por la evocación de la creatividad imaginando nuevos proyectos a cada instante. A mi juicio, es el más brillante y relevante de nuestros artístas plásticos en Toledo. Su producción de pintura y cerámica tiene voz propia, con un lenguaje que hace identificar su estilo desde la primera mirada. Sé que el tiempo hará justicia a la inmensa obra de este autor, de momento me conformo con seguir disfrutando de la amistad sincera de este genio anónimo. Gracias Pablo por acordarte siempre de mí y por compartir con tu semblante alegre parte de mi vida.