Humanos

Con relativa frecuencia tengo que buscar fotos para ilustrar programas u otros trabajos, casi siempre sobre temas básicamente generales o abstractos, lo cual no deja de tener su dificultad. Así que es normal que tenga por ahí un proyecto fotográfico que tal vez os cuente (o empiece a mostrar) algún día...

De momento, buscando en archivo para un curso de derechos humanos, y tras compartir alternativas con algunos colegas, esta ha sido la foto elegida. La verdad es que es un retrato de grupo que me encanta. Hice decenas a los niños en el lago Victoria, porque les encanta posar, al menos si ven una cámara medio buena. Lo que más me gusta, frente a otras alternativas acaso más tristes, o que parecen querer provocar la compasión, es la sonrisa.

Luego le he pasado ese filtro de palabras, que seguramente consideréis inaceptable para otros fines, pero que me parece adecuado para este.

Bueno, esto coincide con ese lema ahora tan actual de “Black lives matter”, aunque para mí la idea es “All lives matter”. Pero esto ya sería debate para otro foro.

Lo que aquí me interesa destacar (y sobre lo que me encantaría leer vuestra opinión, porque prefiero ahora la de expertos en fotografía que la de expertos en derechos humanos, a quienes ya consulté) es la adecuación de este tipo de imágenes para trasmitir o ilustrar conceptos generales y abstractos. Me gustaría saber qué os transmite, si os gusta y os parece adecuada como ilustración sobre los derechos humanos.

Propones un interesante asunto que tiene mucha más miga de la que parece: la carga emotiva de las imágenes, su intención, si su motivo es simplemente informar acompañando e ilustrando un texto o bien uno muy distinto: seducir, probar, cautivar, emocionar, convencer, y un largo etcétera de propósitos, la mayoría de las veces mezclados.

En su estado más auténtico como comunicadora la fotografía no necesita nada adicional, ni siquiera un pie de foto, pero obviamente vale y sirve para mucho más. En mis años de fotógrafo publicista tuve que plantearme muchos retos, la mayoría de las veces me venía dado el asunto ya determinado y mascado por las agencias, pero en otras había que pensar mucho y a veces ilustrar temas abstractos con imágenes concretas, recuerdo especialmente el cartel de una feria de artesanía en la que no debía de figurar ningún objeto artesano, para no primar a nadie, pero la imagen debía respirar artesanía, se me ocurrió la foto de las manos detrás del lienzo que ahora tenemos de “publi” para asociarse en la AFT “Verás lo que hacemos”. Estos temas abstractos son los que mayores satisfacciones producen en su desarrollo, tanto si se consigue un buen resultado como si no.

Bueno, pero como no quiero meterme ahora en jardines te doy mi opinión concreta a tu propuesta. Usar estas imágenes del tercer mundo es bastante recurrente, pero la fotografía que propones está muy bien y acompaña correctamente el tema de los derechos humanos con los que inmediatamente se identifica a esta machacada gente, pero que en tu foto has logrado mostrar su cara más feliz.

La composición final pierde la calidez fotográfica, pero es original y tiene gancho, quizá le vendría bien un repaso en los rostros para mitigar y suavizar en esa zona la distorsión.

Gracias por tu comentario y tus reflexiones, siempre tan instructivas para mí. En mi caso, aunque no directamente como deber profesional, como me gusta mucho la cuestión, trato de cuidar las imágenes que acompañan programas, carteles o trabajos. Y como los temas que toco son abstractos... toca a veces pensar en imágenes que transmitan ideas como libertad, igualdad, justicia... Casi siempre hay fuentes de inspiración previas incluso a la existencia de fotografía. Pero eso siempre obliga a pensar en la imagen social de estos conceptos.

Para “derechos humanos” yo quizá habría optado por otra idea, pero finalmente creíamos que hay que indagar en el “imaginario colectivo”, que nos remite a minorías desfavorecidas.

Incluso barajamos esta otra opción, y alguna compañera la prefería, pero a mí me pareció demasiado evidente, conmovedora, que transmite una tristeza y una compasión que no era exactamente lo que buscaba... Me gustaba más esa sonrisa de los niños, que tal vez transmite un derecho a ser feliz o al menos a intentarlo.

Aquí la otra finalista, otra toma del mismo viaje, me interesa conocer vuestras sensaciones.