Un rincón “clásico”, una perspectiva que todos conocemos, un lugar desde el que nadie, tanto toledanos como visitantes, se resiste a hacer alguna foto. Muy especialmente en el período del Corpus con los toldos, o ahora en Navidad, con esas luces que los evocan.
Aquí mi versión, sencilla, común y corriente, pero seguro que diferente a cualquier otra. He querido que la torre de la catedral, lejos de estar centrada, se “asome” más bien desde un lado. Y he esperado un momento simpático con la pareja haciéndose el selfie. Espero que os guste, y sirve también para pedir a los Reyes lo mejor para Toledo y los toledanos...