Bufones de Pría

Sin duda, uno de los espectáculos naturales más impresionantes que he visto. Los bufones de Pría (Llanes, Asturias) en pleno temporal. Lo más difícil es encontrar ese momento excepcional en el que, habiendo temporal en el mar, en la tierra ha amainado y sale el sol, sobre todo para no arriesgar el equipo ni la integridad física. Luego, mucha paciencia para lograr las mejores olas y los chorros más intensos que salen de la propia tierra.

Por último, he optado en general tomas muy rápidas (1/2500 s) para evitar que el agua empaste.

Espero que os gusten, he elegido para este foro tres tomas con encuadres diferentes, hay mil opciones, espero volver cuando se dé la situación (y yo esté por allí...).

Sabia decisión la velocidad de obturación, yo, incluso, habría optado por la velocidad más rápida que me permita la cámara y las condiciones de luz. Claro, si caes en la tentación de querer sacar el efecto seda, se empasta el agua, seguro.

Gracias por comentar. En efecto, he probado con olas fuertes varias veces y son necesarias velocidades extraordinariamente rápidas. Tampoco quiero apurar demasiado ni poner la f más baja, no obstante probaré a subir todavía más. Una de las fotos que he subido, de hecho, la hice a 1/3200s, pero teniendo eh cuenta que la cámara permite hasta 1/8000s, probaré cuánto margen me da.

En cuanto a las sedas... a sabiendas de que sería un resultado totalmente diferente, con el uso de un ND me permití hacer esta prueba... Creo que es original, pero se pierde la captación de las olas, y resulta prácticamente imposible reflejar los bufones, ya que estos actúan como un “cañón”, cuyo proceso no va más allá de dos o tres segundos, como mucho, antes de “esfumarse” o diluirse rápidamente en el aire.

Buen trabajo y buenos comentarios.

Rara vez se suscita este interesante tema de las altas velocidades sobre el que existen elementos muy curiosos, como por ejemplo el hecho de que, por normativa industrial, es admisible un enorme margen de error en las velocidades altas de los obturadores: del orden del 50% o más, al efecto recuerdo los buenísimos test que realizaba Valentín Sama en FV, donde demostraba que la velocidad real con el ajuste a 1/8000 casi nunca pasaba de 1/5000. Este hecho se unía al fallo de la ley de reciprocidad, que como sabéis, en fotografía química, consiste en perder la proporcionalidad entre la densidad obtenida y la luminosidad existente para tiempos lentos pero también para los muy rápidos, normalmente a velocidades superiores a 1/1000, todo lo cual solía dar al traste con este tipo de fotos si confiábamos ciegamente en las normas tradicionales y en nuestro fotómetro.

En digital no existe fallo de reciprocidad pero se mantienen los errores mecánicos y electrónicos, y en consecuencia hay que ser precavidos para congelar estos rapidísimos movimientos e ir un poco más allá de lo necesario, y obviamente más rápidos cuanto más cerca estemos del motivo.

Gracias como siempre por la completa explicación. Desconocía ese margen de “permisividad” que se da legalmente a las cámaras en las velocidades más elevadas. Lo que está claro es que no hay nada como ir probando y conociendo las prestaciones de la propia cámara y los resultados que da en estas situaciones. Aquí yo he usado mi nueva EOS 5d Mark IV, estoy satisfecho con el resultado, pero por lo que decís creo que en estas situaciones aún tiene que dar margen para tomas más rápidas, sin merma de la luz y sin abusar de ISO alta ni abrir el diafragma a tope. Sobre todo en momentos como este, con una luz natural bastante buena, aunque el sol no estaba en la posición idónea. Pero eso sí que no se puede controlar, ni cabe pensar en volver de nuevo al atardecer. Es posible que en tal caso el mar ya se hubiera “cansado” de bramar o, como sucedió en este caso, que por la tarde se encierre a llover y las condiciones se estropeen súbitamente.