Diálogos con la cámara I - La exposición correcta

Por José María Moreno Santiago > Viernes, 15 Mayo 2015

Foto: José María Moreno Santiago

Apreciado visitante, transcribimos aquí con objeto de tenerlo localizable y muy cerquita, aquel histórico post que nuestro amigo José María Moreno Santiago (Prontor) generosamente regaló a este grupo de amigos y apasionados de la fotografía, con esa forma tan especial de escribir y de contar las cosas que le caracteriza. Aquel post enseñó y seguirá enseñándonos como debemos exponer en fotografía, espléndidamente contado.

El post sigue vivo en su sitio y en su momento, disponible no sólo para su consulta, sino también para poder disfrutar con su debate y leer las muestras de gratitud que generó. Algo que sin duda como visitante a esta página web, no te puedes perder.

La cosa empezaba así...

 

Cuestiones Previas

Hola amigos,

He visto muchas veces la manera de ajustar la exposición a compañeros, a amigos, e incluso a algún que otro fotógrafo peleándose después con sus jpeg o sus raws para sacar algo decente:

- Es muy fácil, se ve en la pantallita y si no te gusta, se repite y listo - Si sale oscura: pues hay que darle más luz, con el diafragma o con la velocidad, da igual - Si sale clara: pues menos luz - Se ajusta la aguja a cero. - Se elige el modo matricial siempre. - Lo único que hay que hacer es “derechear” el histograma

Esto en algún caso puede servir, pero no funciona así, y creo que saber exponer bien es capital en toda la técnica fotográfica, y en cualquier especialidad.

De manera que se me ha ocurrido la osadía de describir en 5 sencillas entradas –una cada tres días- en este mismo hilo, lo que considero la forma de exponer correctamente una fotografía, y a la vez, entre cada entrada, dar cabida en dos días, a cuantas consultas y dudas queramos plantear y así aprendemos todos, yo el primero, no sólo para eso, sino para entender nuestra cámara y para otras muchas cosas.

Sin pretender, para nada, un exhaustivo estudio, cuya localización es muy fácil en la red y en los libros, sólo pretendo dar unas sencillas nociones prácticas para ayudarnos en esta tarea, sobre todo a los que se inician e incluirá al final los convenientes atajos, para cuando se tiene prisa, pero sabiendo lo que hacemos. Creo que es algo que no se encuentra fácilmente y que puede ser muy útil.

Adelanto mis disculpas a los que -sin duda- saben mucho más que yo, y a los demás por las carencias que seguro tendrá y la mayor extensión que podría tener, y que daría mucho prestigio a su ponente, pero que seguramente complicaría en exceso su comprensión y lo haría farragoso, plasta e inútil como todos los academicismos.

Se podría dar un cursillo pero creo que llegaría a menos gente, este foro puede servir perfectamente para una cuestión tan puntual y tan importante y, de paso, probamos el foro para estas cosas y le quitamos su lamentable carácter efímero.

Alguno pensará que esto es una tontá, que con las cámaras digitales no hace ninguna falta. Lo respeto pero se equivoca, exponer correctamente es exactamente lo mismo que iluminar correctamente un retrato, un bodegón de estudio, saber disponer las luces, usar un flash en exteriores, rellenar unas sombras y todo lo que podemos hacer para fabricar nuestras fotos.

Quedan todos invitados a intervenir, los que saben para enriquecer el debate o enmendarme la plana, y ¿por qué no? para saber cómo trabajan, sé que son generosos, pero sobre todo a los que quieran o necesiten aprender, no os cortéis por suponer que vais a delatar vuestros escasos conocimientos, reconocer nuestras limitaciones es el primer paso para avanzar, ¡ánimo! Lo hacemos para eso. Cuando hayamos aprendido bien todo esto, y lo hayamos olvidado después, estaremos perfectamente preparados para, incluso haciendo lo contrario, exponer correctamente y, de paso, seguro que aprenderemos otras cosas.

De forma que si os sirve de algo, perfecto, y si no, pues tampoco pasa nada.

Pues, si os parece, vamos “pallá”:


1ª ENTRADA: Lo correcto


“La exposición correcta no existe”. Esto es una verdad a medias, o sea que es mentira. Es cierto que nadie puede atribuirse la facultad de determinar si una exposición ha sido “académicamente” correcta, pues esto depende de nuestro propósito, ¿correcta para qué? En una Escuela te dirían que para que exista una gama amplísima de tonos con blancos y negros puros. Pues, mira por donde, a lo mejor eso no nos interesa y queremos una imagen muy oscura intensificando un elemento determinado sin nada en medio o bien nos interesa totalmente lo contrario u otra cosa.

Pero claro, para nuestra pretensión, sí que existe una exposición correcta que es la que proporciona directamente lo que queremos mostrar y como lo queremos mostrar, por tanto, claro que existe siempre una exposición correcta: la nuestra, la que queremos, la que nos hace falta para nuestra foto tal y como la concebimos, vamos a ver cómo conseguirla a la primera, sin pantallita, sin histograma, sin edición, sin pruebas, sin photoshop, sin ligthroom y sin programas.

Todas la intervenciones que tengamos que hacer después a una toma mal expuesta, degradan la imagen, tanto la degradan cuanto más tengamos que intervenir en edición, esto es una ley inexorable que debemos tener siempre presente.

Con películas o con las digitales, las fotos no “salen”, se hacen, se fabrican con nuestra voluntad, esto es así.

Intentemos siempre averiguar por qué no hemos obtenido el resultado pretendido, porqué no logramos arreglarla en edición, con lo bueno que es nuestro programa. El manual de la cámara, viene bien para saber qué hace cada botoncito, pero para exponer correctamente no sirve, no proporciona los conceptos adecuados.

 

2ª ENTRADA: El lavabo.

 

La exposición correcta sólo se traduce en una determinada cantidad de luz que llega a nuestro sensor. Esta cantidad de luz, tal y como la vamos a manejar, no tiene medida física alguna, así que se ha convenido por acuerdo llamarla "Valor de exposición" (En términos pijos "E.V" que son las iniciales de Exposure Value).

 

Lo podemos comparar con el agua necesaria para llenar un lavabo. Este lo podemos llenar, por ejemplo, en 20 segundos con el grifo abierto totalmente, pero si el grifo lo cerramos a la mitad tardaríamos el doble de tiempo: 40 segundos y si el grifo lo cerramos a la cuarta parte pues tardaríamos otra vez el doble de la anterior: 80 segundos. Y si cambiamos nuestro grifo por otro que fuera el doble de gordo que el que tenemos, saldría por él abierto, el doble del agua, así que el lavabo lo llenaríamos sólo en 10 segundos ¿OK?

 

El tiempo de llenado es nuestro obturador que como sabéis se abre, se mantiene abierto el tiempo que le digamos que lo haga y después se cierra; se mide en segundos o fracciones de un segundo y cada uno es la mitad que el anterior y el doble que el siguiente, también se llama velocidad:

 

...30segundos-15s-8s-4s-2s-1s-1/2-1/4-1/8-1/15-1/30-1/60-1/125-1/250-1/500-1/1000…

 

El grifo del lavabo es nuestro diafragma, sólo es un simple agujero, un círculo en una chapa negra, que se achica y se agranda y está calculado para que su superficie también sea la mitad que la anterior y el doble que la siguiente, se suele poner delante la letra f/ que viene de "factor" ahora veremos porqué. Cuando miramos por el visor está abierto del todo, para que veamos bien, pero cuando disparamos se cierra al tamaño que le hayamos dicho que lo haga y luego se vuelve a abrir del todo. También se llama abertura:

 

... 0,9 - 1 - 1,4 - 2 - 2,8 - 4 - 5,6 - 8 - 11 - 16 - 22- 32 - 45 - 90 - 128 - 256 ...

 

- ¡Joer! la lista de antes se entiende muy bien, pero esta no ¿porqué estos números tan raros?

 

- Pues porque no hay más remedio que ligar estos tamaños de los círculos con la distancia focal de todos los objetivos ¿para qué? pues para que en todos los objetivos, sean cuales sean, la luz que permitan pasar por cada diafragma sea siempre la misma. Si no fuera así imagínate que follón cuando cambiaras de objetivo y la medición a f/8 no valiera para todos. Así, por ejemplo, un 5,6 usando un 50 mm quiere decir que el diámetro de ese círculo cabe 5,6 veces en una línea recta de 50 mm (su distancia focal), si usamos un f/8 su diámetro cabrá 8 veces en los 50 mm, si usamos un f/22, cabrá 22 veces, etc.

 

 

 

-¡Claro! por eso cuanto más alto es el número, más pequeño es el diafragma

 

- Ok, veo que lo pillas y recuerda esto para las siguientes entradas: "cerrar" es poner un nº f/ más alto o una velocidad más rápida y "abrir" es poner un número f/ más bajo o una velocidad más lenta ¿te vas a acordar?

 

- Sí, claro

 

- Bueno con las velocidades es muy fácil, pero con los diafragmas... ya veremos :) Esos mismos diafragmas en un objetivo de focal más larga serán más grandes, pero porque están más lejos del sensor y así, cada uno de ellos, dejará pasar siempre la misma cantidad de luz que llega al sensor.

 

- Pero oye, hay objetivos de 400 mm físicamente mucho más pequeños de 400 mm y objetivos de 8 mm mucho más grandes de 8 mm ¿Qué es la distancia focal entonces?

 

- Pues la distancia focal sigue siendo la distancia desde el centro óptico del objetivo al sensor (donde se produce el foco), lo que pasa es que el centro óptico no está en el medio de nuestro objetivo. En los primeros objetivos, los de nuestros abuelos, el centro óptico sí estaba en el centro físico, pero ahora no, su diseño para salvar los espejos de nuestras cámaras reflex, y para diseñar los zoom, lo ha complicado muchísimo y puede estar incluso fuera del objetivo, en los ojos de pez está casi pegado al sensor y en los grandes teleobjetivos a una cuarta al otro lado, fuera del parasol. ¡Qué cosas! ¿verdad?.

 

- Sí que es curioso, pero tranquilo que eso lo pillo, lo había pensado muchas veces pero la verdad es que no me había atrevido a preguntarlo.

 

- Je, je, no creas, hay algunas cosas más curiosas todavía ¿sabías que hay grandes angulares impresionantes de 250 mm y teleobjetivos de tan sólo 10 mm?

 

- ¡No fastidies!

 

- Sí, sí, el ángulo de toma de un objetivo depende sólo de su diseño y no de la distancia focal.

 

- No me lo puedo de creer.

 

Pues es verdad. Bueno, eso para otro día, seguimos:

 

La cantidad de luz que llega a nuestro sensor la podemos regular, entonces, por medio de las velocidades y de los diafragmas. Y como en los dos se ha pensado una relación de mitad de la anterior y el doble de la siguiente, nos valen muchas combinaciones de ambas cosas para dar la misma cantidad de luz: Por ejemplo 1/60 y f/5,6 permite pasar la misma luz que 1/125 f/4 o que 1/250 f/2,8 etc.

 

- ¡Qué complicado! y ¿por qué no han puesto sólo una cosa si las dos hacen lo mismo?

 

- Todas esas combinaciones permiten pasar la misma cantidad de luz, es verdad, pero no de la misma forma ni con el mismo resultado, pues los diferentes diafragmas nos permiten modificar la cantidad de zonas enfocadas y desenfocadas (a esto se llama profundidad de campo) así como poder usar diafragmas que dan más calidad que otros y, por otra parte, las distintas velocidades nos permiten poder hacer, por ejemplo, fotos a cosas y personas en movimiento, disparar a pulso, poder hacer fotos nocturnas, hacer barridos y muchas otras cosas interesantes.

 

- Claro, claro, habrá que ir cogiendo el tranquillo a los dos al mismo tiempo según lo que queramos hacer.

 

- Ok, pero tranquilo que muchas veces no tendrás varias opciones posibles, algo te limitará. Acuérdate de que a cada uno de esos valores "enteros", lo vamos a llamar “pasos” o “puntos”, en términos pijos algunos lo llaman "stop" y que en muchas cámaras están divididos en medios o en tercios. En algunos sitios más formales y académicos estos pasos los hacen equivalentes a las relaciones de luminosidad. Sólo es para complicarnos la vida y que no entendamos nada, pero es lo mismo:

 

Relación de luminosidad 1:2 Un paso Relación 1:4 Dos pasos Relación 1:8 Tres pasos Relación 1:16 Cuatro pasos Relación 1:32 Cinco pasos Relación 1:64 Seis pasos Etc.

 

- Una curiosidad: la relación de luminosidad, al mediodía, de una jornada veraniega de agosto, entre el propio sol y las sombras, puede superar fácilmente 1:200.000 (18 pasos) muy por encima de la capacidad de nuestra cámara (de 6 a 8 pasos) e incluso de nuestros ojos, por eso cuando miramos al sol nos quedamos cegatos y cuando lo fotografiamos ni te cuento, ya lo habrás sufrido. Pero bueno vamos a lo de la exposición que veo que nos distraemos en otras cosas.

 

-¡Noooo!, yo creo que tiene mucho que ver

 

- Ya lo sé :)

3ª ENTRADA: El ojímetro y el fotómetro.

 

Tenemos en nuestra vista unos instrumentos maravillosos pero regulados por unas neuronas que son inteligentes, lo cual es muy bueno para ver a la gente guapa y para componer y analizar la escena, pero nos provoca ciertos problemas prácticos para el asunto que nos ocupa y es su poder de adaptación a las condiciones de luminosidad de forma casi instantánea, así que, aunque nuestros antepasados lo usaron con cierto éxito de forma empírica, a ojímetro, ahora no nos vale, para trabajar mejor que ellos, precisamos un instrumento que sea mucho más tonto y que siempre haga lo mismo pase lo que pase.

Es el fotómetro, que no es más que un dispositivo electrónico sensible a la luz con una pequeña aguja que marca dicha intensidad. También lo puede marcar por pequeñas luces leds, pilotos de colores, rayitas y demás formas frikis de representación. Los hay externos a la cámara (más fiables por lo general) e incorporados a ellas. Casi todos le tenemos ya dentro de nuestras cámaras.

Modos de medición:
Según la superficie donde miden se puede seleccionar:
La medición puntual, en una pequeña zona, la central muy parecida a la puntual pero en una zona algo más grande y la matricial que tiene en cuanta toda la escena usando algoritmos especiales de compensación. Hay más tipos, en vuestro manual de la cámara los encontraréis pero son variaciones o combinaciones de estas muy similares.




¡OJO A ESTO!:

El fotómetro es tan tonto que no distingue nada, ni lo claro, ni lo oscuro, ni los colores, ni cuánto hay de cada uno. Se limita a medir la luz en la zona que le has indicado que mida (puntual, promediada, de preponderancia central, etc) y, si ajustas a cero, todo lo transforma en gris medio, o su equivalente en color, y le da lo mismo lo que le pongas delante, todo lo convierte en gris medio, porque así lo han diseñado, ajustado y fabricado. Si en la zona donde mide tiene diversas intensidades, también lo hace de la misma forma calculando una media, por eso es importante colocarlo en una zona uniforme, sin sobresaltos, para que nosotros tengamos claro lo que mide y dónde.

Podéis hacer una prueba muy interesante haciendo 3 fotos, a una cartulina blanca, a una gris y a una negra yajustando en las tres el fotómetro a cero. (Si no tenéis cartulinas puede servir una pared blanca bajando las luces u otra cosa grande similar, el caso es que llene el encuadre y que sea lisa y uniforme y para la prueba, si no tiene color, mejor).

Como era de esperar, obtendréis el mismo resultado en las tres fotos. A los incrédulos les aconsejo fervientemente que hagan la prueba:



¿Qué ha pasado? ¿Porqué si son diferentes nos da el mismo resultado? Muy sencillo: la luz reflejada por las tres cartulinas es diferente, pero al ajustar el fotómetro a cero, dentro de la cámara, con el diafragma o con la velocidad, la luz de la blanca la bajamos y la de la negra la subimos, es decir: el fotómetro se las "lleva" al gris medio.

¿Veis por dónde van los tiros? por favor, deteneros a pensar un poco que aquí está la madre del cordero: ...el fotómetro no entiende de brillos, de colores ni de gamas, se limita a medir lo que le llega, no sabe cómo es la cartulina, pero yo sí ...si quiero que la cartulina blanca salga blanca tendré que abrir el paso de la luz para engañarle, se vaya el fotómetro donde se vaya. Y si quiero que la negra salga negra lo tendré que cerrar. O lo que es lo mismo: si ajusto la aguja del fotómetro por encima del cero saldrá más blanca y por debajo saldrá más negra, como son en realidad:



A los mismos incrédulos de antes, si es que siguen existiendo :), por favor que vuelvan a hacer la prueba así. ¡y que no toquen ni ajusten los raw, claro!

Si después siguen sin creérselo, es el momento de tirar los tomates al ponente y de que este abandone por incompetente :)
.../...

Seguimos cavilando (y esto es lo mejor): ...como esto es así, ...si quiero que mi foto salga más luminosa que la realidad, tendré que abrir todavía más y si quiero que salga más tenebrosa, tendré que cerrar más aún.

Ahora veremos cuánto hay que abrir y cuánto hay que cerrar, pero este es el concepto fundamental, no vale aprendérselo de memoria, es muy simple, pero hay que entenderlo y practicarlo mucho, llegará un momento en que nuestros dedos muevan los diales o los anillos igual que cuando escribimos, sin pensar.

Este es un ejemplo muy sencillo para ver el concepto más importante, pero claro, nuestras fotos nunca son de estos motivos tan simples, tienen muchas luces diferentes, colores y sombras de muy diversa intensidad y al mismo tiempo.

Pero estamos salvados, nuestra cámara también es capaz de captar muchas intensidades diferentes, la cosa es saber cómo poner de acuerdo esta capacidad de nuestra cámara con la realidad, e incluso alterándola, de acuerdo con nuestros deseos. La primera y fundamental pista ya está dada.

LA REALIDAD Y NUESTRA CÁMARA
El Sistema de zonas.
Hace unos cuantos años dos fotógrafos magistrales, Ansel Adams y su amigo Minor White, tuvieron el mismo problema que nosotros e idearon una forma de poder manejarse con estas cosas y ajustarlas a la realidad, lo llamaron "sistema de zonas" del que vamos a ver sólo su aspecto más práctico aplicado a nuestros tiempos. No obstante, sabed que existen libros de varios cientos de páginas dedicadas a esto en exclusiva.

a) La realidad

Dividieron una posible escena en 10 pasos, identificando cada uno de ellos con cosas reconocibles:



Para hacerlo sencillo, de toda esta escala nos vamos a quedar sólo con los 6 pasos de la escala central, lo que se llama escala de texturas, comprendida por los valores donde existe imagen apreciable.



Y lo hacemos así sobre todo por seguridad, de forma que tengamos 1 ó 2 pasos por cada lado de margen de error y también para dar cabida a las luces muy altas y a las sombras muy profundas aunque no tengan detalle aparente, pues cuando ampliamos podemos ver sorpresas.

b) Nuestra cámara
Ya conocemos la forma en que se nos presenta la realidad. Pero también hemos de conocer la capacidad de nuestro sensor para intentar ponerlos de acuerdo.
Un sensor de una cámara reflex de gama media puede captar sin problemas del orden de 7 u 8 pasos, de los cuales, como hemos visto, nos vamos a quedar para trabajar sólo con 6, los de la zona central.



Existen muchos tipos de visores diferentes, también es muy común que el pictograma del fotómetro esté abajo, en la línea horizontal, y que quizás no tenga los tres pasos marcados sino sólo dos, o uno o ninguno, o bien que se dividan los pasos en medios en lugar de en tercios o que no se dividan. Esto da lo mismo. Si no tenéis este visor, lo único que hay que hacer es fijarse en las velocidades o en los diafragmas y ajustarlos de la misma forma: cerrando o abriendo, sólo hay que contar los clics o ver el número de ajuste.

¡Que somos fotógrafos!, ¡esto hay que usarlo con los ojos cerrados! ¡el que no se sepa la lista de diafragmas y de velocidades de memoria, va a ir a la seño! :).

Llevo 30 años midiendo con una Nikon que sólo marcaba el cero y que ni siquiera te ponía en el visor qué velocidad o qué diafragma tienes. Había que manejarlo todo con los aros del objetivo. Lo de ahora, con las digitales, es un lujo asiático, lo tenemos todo en el visor y ajustable sin mover el ojo.

Una última observación antes de ir al ajuste definitivo:

Como sabéis en un sensor digital casi toda la información se debe agrupar en la parte derecha del histograma, porque en esa zona es donde se concentra casi toda la información digital, con el fin de tener luego, en edición, toda la capacidad de intervenir de acuerdo con nuestro propósito particular. Pero tampoco os preocupéis excesivamente, si hacemos lo correcto, así quedará. Además es que me he empeñado en hacer estas entregas sin un sólo gráfico de edición :)

 

4ª ENTREGA: El ajuste.

 

Bien, pues ya sabemos que nuestra cámara es capaz de captar un rango de luminosidad de digamos 8 pasos, de los cuales vamos a emplear sólo los 6 centrales por seguridad.

¿Qué escena nos podemos encontrar?
Pues, obviamente, una variedad infinita de posibilidades y aquí pido un pequeño esfuerzo de imaginación.

¡Houston, tenemos un problema!

Ya sabemos que la realidad es mucho más sutil, más rica, más amplia, pero intentemos imaginarnos una escena real, colocados en ella con nuestra cámara delante, imposible de plasmar en esta pantalla que "ya tiene" el resultado "realizado", la foto hecha, y, por tanto, ya expandida o comprimida.


1) GAMA CORTA
Supongamos una escena de nieblas, parecida a esta, plana, sin apenas luces y sombras, sin blancos ni negros.
Analizamos con nuestro fotómetro en puntual y nos vamos a las luces que apreciamos como las más altas (cielo claro) y las "llevamos" a la zona VIII" (aguja del fotómetro al +3) para que queden claras y, al mismo tiempo, tengan detalle. Con un breve repaso rápido veremos cómo "caen" las demás (zonas IV, V y VI). No hay nada más, sabemos que nuestro histograma estará la mitad vacío, pero por su zona izquierda (donde existe menos información). De esta forma podremos editar después perfectamente, si es que lo necesitamos, porque probablemente no hará falta ni tocarle.
En este ejemplo, nos "sobra" cámara, tenemos un sensor capaz de pillar más gama pero ni la tenemos ni nos hace falta.




2) GAMA MEDIA
Aquí un ejemplo de gama media donde podemos utilizar la capacidad de nuestro sensor al 100%. Respecto a la relación de luminosidad, es muy similar a un porcentaje enorme de nuestras fotos.
Hay blancos muy puros sin detalle en las nubes (zona IX), hay también negros profundos en las hojas del árbol en primer plano (zona I) así como casi toda la gama intermedia.
Ajustaremos, como antes, en la zona VIII con el fotómetro a +3. No la he indicado intencionadamente, pues lo único que deberemos hacer es desplazarnos un poco con el fotómetro en modo puntual en las nubes hasta que apreciemos algún detalle de textura en ellas. Ese será nuestro punto de ajuste, no sin antes comprobar que las sombras en las queremos detalle andan por la zona III. 




3) GAMA EXTENSA
Vamos a poner ahora un ejemplo más complicado, supongamos que vamos a hacer una foto a Toledo de noche. Esta que os presento ya está muy comprimida en sus valores de gama, la realidad era muchísimo más amplia, pero para muestra nos vale. Que estamos en el valle, os lo imagináis:
¿Cómo lo hicimos? pues medimos en puntual a las altas donde queríamos detalle (ajustando a +3, zona 8) y vimos a dónde nos caían las bajas con detalle, encontrándose a nada menos que a 12 pasos de distancia, esto, como sabemos está muy lejos de la capacidad de nuestro sensor, de manera que no tuvimos más remedio que hacer varias tomas con diferentes exposiciones:
- La 1ª colocando el fotómetro a las altas en +3
- La 2ª abriendo 3 pasos
- La 3ª abriendo otros tres pasos más
O lo que es lo mismo: los ajustes de la 2ª y bracketing +-3
De esta manera pillamos los 12 pasos necesarios y además teníamos 2 de margen por cada lado ¿Ok?
Importante: si no tenéis muy claro cuál es el punto medio, siempre equivocaros asegurando las altas.
Después la técnica del Hdr luego nos fusionó las tres fotos:





Lo importante es:
- Tener claros los conceptos.
- Saber qué mide nuestro fotómetro y dónde
- Asignar correctamente las zonas a las partes de nuestra escena y colocar ahí nuestras mediciones. Esto es lo más difícil y conviene hacerlo muy rápidamente, antes de que nuestra vista se acomode y nos engañe. Tranquilos, con la experiencia se consigue.

Una pista útil: nuestra mano iluminada al sol, es casi siempre zona VI y salvo que la hayamos olvidado en casa, la tenemos dispuesta :)

Otra pista: una tarjeta, del tamaño de un A6, gris neutro de cartón, es muy barata, y ocupa muy poco espacio en nuestro bolso, midiendo la luz reflejada por ella, nos aseguramos totalmente dónde está la zona V. Una observación importante respecto a esto: el motivo lo podemos tener lejos (por ejemplo un paisaje) y la tarjeta muy cerca, con nosotros. A nuestros efectos de medida de la luz, la diferente distancia a la que nos encontramos del motivo y de la tarjeta o de la mano, es comparativamente insignificante. Como bien sabéis, lo que realmente se nota y muchísimo es la distancia desde la fuente de luz al motivo. La que existe entre éste y la cámara da igual que sea de un metro o de un kilómetro. ¿Ok?. Sólo en la fotografía astronómica se aprecia esta diferencia.

Bien, pues hemos visto sólo 3 ejemplos, que pretenden ser representativos de un buen puñado de casos, pero comprender que es imposible y muy complejo abarcarlo todo. Los macros, el deporte, los barridos, las panorámicas y todas las especialidades tienen sus particulares formas de trabajar y de medir, que pueden diferir bastante de éstas, pero no por los conceptos en sí, que son correctos siempre, sino por las limitaciones prácticas de cada uno.

En el mercado hay varios peces y podemos comprar unos cuantos, pero si sabemos pescar los pillaremos a todos y gratis.

En ocasiones estaremos tan limitados por estas peculiaridades, que no podremos alterar ni el diafragma ni la velocidad, el primero porque nos vendrá condicionado por la profundidad de campo (por ejemplo en los macros) o bien el segundo porque se trata de una foto de alta velocidad. O bien por los dos al mismo tiempo.

Pero hay soluciones para todo, tenemos amigos que pueden iluminar, tenemos flashes, linternas, papel albal para reflejar la luz, espejos, reflectores, sombrillas, paneles negros para quitarla, difusores para suavizarla y muchos elementos parecidos para modificarla.

Tenemos incluso a 70 maravillosos fotógrafos que son capaces de iluminar en una hora, con 5.000 destellos de sus flashes, las zonas I, II y III y pasarlas a zona VI, VII y VIII en toda una ciudad de 2 kilómetros cuadrados y además con maestría ;)

5ª y última ENTREGA, El destino, los atajos.



Un pequeña observación para los que quieran más:


El sistema de zonas, analizado y estudiado en profundidad, es un poco más complejo, pues incluye, entre otras cosas, muchas variaciones posibles de dos parámetros importantes que no he querido incluir pues lo hubiera complicado bastante y nos tendríamos que haber metido en edición (...o en el revelado químico de los "argénticos") que son: la densidad y el contraste, cosas muy diferentes pero, a la vez, muy relacionadas. A este respecto, sólo apuntar que es posible comprimir o extender la gama de nuestros originales, al tiempo que variar su contraste, sin perder un ápice de su calidad y de la riqueza de sus matices.

Comprendo que esto del sistema de zonas asusta un poco al principio, pero la aplicación práctica que hemos descrito, es muy sencilla y supondrá de golpe un subidón tremendo de calidad en todas nuestras fotos. Hablo de "calidad técnica", claro.

Respecto a los modos de medición de nuestro fotómetro, hemos visto el puntual, que es el más preciso, pero también existen el promediado (también lo llaman de preponderancia central o ponderado) que hace unas media de todas las luces de la zona central y algo de la periferia porque suponen que nuestro motivo central está ahí ...¿?. Lo podemos usar pero sabiendo que toda esa zona será convertida al gris medio, pero eso ya lo sabemos compensar muy bien ;). También hay otro sistema más sibarita que es el matricial, luego lo vemos.

Por último señalar que en nuestra cámaras hay una forma de dejar fijo el aumento o disminución de exposición para todas nuestras fotos siguientes: es la compensación de exposición que puede ajustarse en pasos en más o en menos, alterando de esta forma nuestros próximos ajustes sin tener que hacerlo en cada foto. Puede conectarse y desconectarse.


EL DESTINO. La salida.

Lamentablemente, todos los destinos posibles de nuestras fotos son siempre peores que nuestros originales, se pierde mucho por el camino:

- Copias en papel: por muy buena que sea nuestra impresora o el sistema químico del laboratorio, no llega nunca a captar más de 5 ó 6 pasos de gama, el resto se pierde total o parcialmente.

- Imprenta: peor todavía, el sistema offset pierde uno o dos pasos más con respecto a la copia fotográfica. Las fotografías con ese final nunca deberían pasar de un rango de luminosidad de 1:16 a 1:32 (de 4 a 5 pasos)

- La red: la peor de todas, pues nos tenemos que adaptar a un perfil de color muy malo (sRGB) y a una resolución muy baja. La ventaja es que las pantallas de los ordenadores, igual que en la televisión, nos proporcionan una visión transluminada que corrige visualmente muchas imperfecciones, que existen pero que no se aprecian. La pequeña luz que emite cada "celdita" confunde la precisión de nuestra vista. Este el motivo que explica porqué vemos bien una foto en muy baja resolución en nuestro monitor, y cuando la imprimimos nos echamos a llorar.

Pero si exponemos bien, tendremos todas las armas en la mano para operar después, aun siendo conscientes de que todos esos destinos finales van a degradar notablemente nuestras fotos.
En edición es fácil conseguir dejar inalterada la información central, la importante.

LOS ATAJOS:

Dice un refrán que "cada maestrillo tiene su librillo". Muchos tenemos nuestros truquillos personales que con el tiempo se han adaptado a nuestra forma personal de trabajar, sería muy interesante que contarais la vuestra.

En general podremos trabajar con bastante precisión en muchos casos. Si nos familiarizamos con nuestro fotómetro de la cámara es fácil ver rápidamente el rango de luminosidad de una escena. Si situamos las altas en +3, con esa medición y sin separar el ojo del visor, podemos ir recorriendo todo el motivo hasta ver dónde se sitúa la aguja en las sombras, si la aguja ha sobrepasado la zona inferior podemos ajustar con el dial y contar mentalmente los clics hasta que aparezca la señal en el fotómetro. Sumando estos pasos a los que nos da el fotómetro sabremos el rango completo de la escena a captar. Si está dentro del rango de nuestra cámara perfecto y si no lo está pues no nos queda otra que hacer varias exposiciones para Hdr, ajustando en la última las sombras. Es mucho más fácil y rápido hacerlo que contarlo. Teniendo cierta experiencia, no lleva ni 5 segundos.


Si tenemos prisa:

Imaginemos una mañana soleada, con el objeto de cubrir una romería en el monte cargados con toda nuestra artillería. Respecto a la relación de luminosidad, seguramente no tendremos más de 2 ó 3 fotos tipo. No hay ni tiempo para analizar ninguna escena. ¿Qué podríamos hacer? pues hay varias soluciones, pero yo me decantaría primero por pensar que sí que hay tiempo :) e irme a lo de antes :) y si no, pues usar el modo promediado de medición, utilizar la compensación de exposición en +1 ó +2 para las fotos al sol y en -1 ó -2 para las que estén a la sombras no sin antes sacar un par de pruebas generales. Un truquillo personal para estos casos: usar un flash de relleno muy bajo (a -2) y con el capuchón difusor puesto. No se nota en las altas y las sombras, en los días de sol de justicia, lo agradecen mucho, sobre todo a contraluz, que son las bonitas. Algunos se reirán de que hagas fotos con flash al sol ...lo que delatará flagrantemente su ignorancia :)

¡Ah!, se me olvidaba: si el autofoco es muy lento o se pone pesado, desconéctalo, sube los Iso, coloca la hiperfocal y a disparar ¿Cuántas veces has perdido una sonrisa por el plasta del autofoco?

...No sé cómo me atrevo a decir esto, habiendo aquí maestros del reportaje de la talla de nuestro querido JMMG...

Y si tenemos más prisa:

Pues hay varios sistemas de medición que nos facilitan mucho la tarea, se trata de los modos "Av" y "Tv" o sea las prioridades al diafragma o a la velocidad, escogiendo una de ellas la cámara analiza la escena y escoge la otra de forma automática. Se pueden usar tomando la precaución de tomar una escena "tipo" representativa del resto y corregirla mediante la compensación de la exposición que se puede dejar fija. No es lo ideal pero funciona si todas las fotos tienen una iluminación similar. El ajuste de medición, si lo tenemos, debe estar en matricial. Es un modo de exposición que tiene en cuenta muchas zonas posibles, en general prioriza a la mitad superior pues un gran número de nuestras fotos incluyen gran parte del cielo. Los modos matriciales más avanzados disponen de una gran base de datos comparativa de situaciones similares proponiendo un ajuste medio.

… Y si tenemos mucha más prisa :

Pues medición a matricial, ajuste del modo a “P” o incluso a "A" y a disparar como locos, y si llega el caso, en ráfaga y ni mires ¡el momento decisivo nunca lo dejes escapar! pase lo que pase.

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Para nada soy contrario a la tecnología y a las virguerías que acompañan a nuestras modernas cámaras y para eso nos las ponen, para que las usemos. Ahí están, si nos hacen falta, pero sepamos distinguir lo importante de lo accesorio.

Saber usar de forma inteligente la combinación adecuada de diafragma/velocidad con la escena, nos dará miles de combinaciones posibles, las nuestras personales, muchísimas más que las de los iconitos esos de modo "macro"-"deporte"-"acción"-"nocturno"-"retrato"-"paisaje"-"grupos" y "sirve-para-nada-incorporados" que no son sino estandarizaciones que nos unifican y aburren y que maldita la falta que nos hacen.

Hay algunas cámaras muy novedosas como las ultimas CSC de Nikon que apretando el disparador una vez, llegan a ofrecernos Hdr interno hasta de 20 fotos proponiéndonos 5 resultados para elegir. Lo que nos faltaba...:angry:

Ahora comprenderemos mejor que es lo mismo la tarea de adaptar la medición de nuestra cámara a la realidad, que la tarea de disponer las luces de un bodegón, rellenar con un flash o fabricarnos nuestras fotos, sólo hay que trabajar al revés y disponer la escena para nuestra cámara y para el destino final de las fotos.

Una curiosidad que seguro que pocos conocen: uso el sistema de zonas desde que fue traducido al español (de esto no hace tantos años...) porque me di cuenta de que funciona a la perfección y ¿por qué no decirlo? cuando hacía publicidad sobre diapos 13x18 cada disparo de una sola foto y su revelado, costaba la friolera de 3.000 pelas de las de entonces, como os podéis imaginar... para no andar con bromas de prueba/error. Tan es así que el propio sistema de medición en una cámara de gran formato, incluye una sonda electrónica con una celdita de medida, de tan sólo 3 mm, que puede recorrer toda la imagen en el cristal esmerilado y que no da los resultados en diafragmas ni en velocidades, sino directamente en "zonas", las que hemos visto. Hay varios modelos de fotómetros de mano, modernos, que dan las resultados también así, a este modo lo suelen llamar "GV" o "Density", e incluso hay cámaras que miden de esta forma como la Hasselblad 205 TCC.

Vamos, que, en mi opinión, el sistema de zonas no es "una" opción, es "la" opción.

NOTA FINAL:

Quizá estas entradas hayan estado muy influidas por mi modo personal de trabajar, en general pausado y tranquilo, no lo puedo evitar, mis escenas han sido así, en su mayoría, publicitarias, arquitectónicas y paisajísticas. Y por eso seguramente pequen de parcialidad. Me gustaría que otros especialistas dierais vuestros puntos de vista.

De esta forma todos contribuiremos a facilitar el buen camino a los que empiezan, a que no perdamos nuestras fotos por estar mal expuestas, a olvidar todo este rollo plasta que acabo de soltar, a centrarnos en lo importante, en lo que van a transmitir nuestras fotos y a enriquecernos de esta apasionante cultura y de este bello arte.

Muchas gracias a todos por vuestra atención.

 

 

Comments (1)

  • PILARPHOTO

    PILARPHOTO

    09 Febrero 2020 at 11:49 | #

    Buenos dlías, José María: he empezado a curiosear por la página y me he encontrado con este maravilloso artículo tuyo. Siempre es un placer leer tus comentarios, críticas...(en ocasiones no cojo todo lo que dices porque mi base técnica es escasa y, como soy de gatillo fácil, voy aprendiendo sobre la marcha (sin una base sólida!).
    El caso es que el tema de la medición de la luz me interesa mucho. Lo que yo hago es derechear todo lo posible, sin que me salte el aviso de altas luces. El profesor que tuve, y con el que me inicié en fotografía, decía que aunque hubiera aviso de altas luces no pasaba nada, pero haciendo esto me quedaron quemadas unas fotos estupendas de un hayedo en otoño que no he podido volver a repetir. Porque él decía que sobreexpusiéramos 2 ó 3 pasos, y a mí así me salían quemadas.
    Desde entonoces suelo sobreexponer un poco, normalmente no llego a 1 paso de sobreexposición (en una escena media (no en la que imperen los blancos, como ésa de la niebla que has puesto en tu ejemplo, ni escenas de noche con la salvedad, en este último caso, de la débil rayita que llega hasta la zona X procedente de farolas, luna...).
    Leyendo tu artículo, me ha parecido entender que tenemos que intentar captar de la zona II a la VIII, lo que implica que la parte más derecheada de nuestro histograma debería coincidir con la zona VIII lo que, a su vez, implicaría que las zonas IX y X quedarían fuera del histograma y, por tanto, "reventadas". Es decir, como se trata de zonas en las que en ningún caso captaríamos texturas, directamente no las tenemos en cuenta en la medición para así maximizar el rango dinámico del sensor. Si es así, el meollo de la cuestión estriba en saber identificar la zona VIII para medir ahí y que ese punto sea el que llegue a la derecha del histograma.
    Y si alguien midiera en la zona del gris medio (¿palma o dorso de la mano?), ¿también habría que sobreexponer?. Yo creo que no porque eso ya es gris medio, ¿no?.

    En fin, te lo dije una vez y lo reitero. Me parece una lástima que una persona con tanto que aportar como tú no se dedique a la enseñanza. Si alguna vez decides hacerlo, ¡¡¡me punto!!!.

    Muchas gracias por todo. Un abrazo, Pilar

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