Algunas pistas:
Podemos utilizar el trípode por varios motivos, algunos nada habituales y muy importantes como es el componer con tranquilidad y cuidado por ejemplo en un paisaje o en una panorámica. Pero también hay otros motivos más al uso, como es el mantener firme e inmóvil la cámara mientras dispara y aquí hay para todos los gustos y todos los bolsillos. La elección, sin embargo, no es nada fácil pues suele ser preciso conjugar seguridad, versatilidad y peso, conceptos que entre sí no se llevan nada bien
Casi siempre la elección es un compromiso entre todas estas características más una muy importante: la relación calidad/precio con respecto a nuestras necesidades. Por resumir: tan desproporcionado es usar un trípode de 1.000 euros para una compacta como uno de 50 euros para una cámara profesional. Un criterio económico razonable sería invertir en esta pieza y su cabezal aproximadamente lo que invertimos en un buen objetivo.
Respecto al material existen dos mundos muy diferentes: el aluminio y el carbono, e incluso algún intermedio como los de magnesio o basalto.
Siempre es preferible el de carbono y no sólo por lo que se anuncia: su menor peso, que siempre es una ventaja para nuestros riñones, sino por algo mucho más importante: su capacidad de absorción de las vibraciones.
Si habéis leído el famoso libro “La Cámara”, recordaréis que Ansel Adams relata, como caso curioso, que tenía un trípode de aluminio de un tamaño enorme y muy pesado que vibraba aunque le lastrara con mucho peso, al ponerle encima una liviana cámara de 35 mm., ocurría que la composición interna de su material era muy similar a la del material de la cámara y el leve salto del espejo hacía resonancia y vibraba por “simpatía” todo el conjunto, trepidándole las fotos tomadas con ese equipo.

aunque esa circunstancia es muy rara y en general un trípode pesado aguanta muy bien.
Yo tengo de los dos tipos, ambos de una marca acreditada como es Gitzo, un nº 4 de aluminio muy pesado que uso para las panos y otro de carbono el GT2530 que no pesa nada, para uso general. Son caros pero los tengo hace muchos años, los he usado muchísimo y jamás me han dado ningún problema.
Otro asunto no menor es el cabezal donde hay que decidir entre rapidez (los de bola) o precisión (los de 3 ejes), conviene que su calidad sea pareja a la del trípode, que tenga incorporado un nivel y que esté graduado con buenas escalas en horizontal y en vertical.
El Giottos que citas no le conozco pero tiene buena pinta. Sobre el cabezal el modelo de Manfrotto que citas está bien, puedes mirar también la 3DPro229 que es la que yo tengo, o la 808RC4. En Gitzo las hay todavía mejores pero más caras.
Sobre la estabilidad también es muy importante sujetar el conjunto camara-objetivo por su centro de gravedad y lastrar el trípode adecuadamente (cuando se coloca peso en la columna, por ejemplo con la mochila llena, ésta no debe balancearse sino tocar el suelo).