Rollo dedicado a JuanMa y Paco, nuestros compañeros y amigos a los que aprecio. A lo mejor hasta se lo leen.
Un interesante asunto técnico que tiene más miga de lo que parece en relación a los formatos, los ángulos y la resolución.
Los objetivos, al tratarse de elementos ópticos circulares, transmiten nuestra escena hacia el sensor o las películas, a través de un “cono de luz” que termina formando una imagen redonda (normalmente a foco) en el plano del sensor y en una superficie circular que se llama “círculo de cobertura”.
Esta imagen circular, puede ser mayor o menor y este tamaño sólo dependerá del diseño de nuestro objetivo que podrá tener un ángulo de toma mayor o menor. Este ángulo, aunque parezca lo contrario en nuestras conversaciones habituales, no tiene nada que ver con la distancia focal de los objetivos. De hecho hay objetivos de la misma focal pero con muy diferentes círculos de cobertura, pensar, por ejemplo, en los objetivos Tilt &Shift que al ser desplazables “necesitan” un área mayor de cobertura para que el sensor se pueda mover por ella, hacia arriba y hacia abajo y hacia la izquierda y la derecha y siga teniendo imagen que captar.
Hay mecanismos de fuelle que permiten desplazar objetivos normales en nuestras cámaras, pero si no tenemos un círculo de cobertura lo suficientemente grande, no nos valen pues nos quedaremos sin imagen. O al contrario: si tenemos una réflex de formato completo (FF=Full Frame), un objetivo diseñado para APS-c y un mecanismo que permita desplazar el objetivo, sí podríamos hacerlo. ¿Ok?
Comprendo que es un concepto lioso pues además hay un componente adicional en conflicto: los formatos de los sensores, voy a ver si soy capaz de explicar con claridad esto:
El sensor y las películas puede tener diferentes tamaños, casi siempre son rectangulares para acomodarse a las pantallas y a los papeles, pero para las cámaras analógicas había unos cuantos cuadrados como la Hassel y la Rollei y que comprenderéis perfectamente, que el cuadrado “aprovecha” mucho más el círculo de cobertura al poder ocupar dentro de él, una superficie mayor.
Este círculo es oro puro, invertimos muchos euros en formarlo, así que hay que aprovecharlo bien.
El formato, obviamente, debe estar “dentro”, inscrito, en esa imagen redonda que es el circulo de cobertura y sin salirse pues de lo contrario no captará la imagen completa
¿Qué pasará si tenemos un objetivo diseñado para APSc o para CuatroTercios y lo colocamos en una cámara FF, de formato mayor? Pues que al formar un círculo de cobertura más pequeño, nos producirá viñeteado óptico y desperdiciaremos sensor, pero haremos fotos sin problemas, igual que con una cámara APSc , sólo tendremos que recortarla luego.
Por el contrario: ¿Qué pasará si usamos un objetivo diseñado para FF en una cámara APSc? Pues que al producirnos un círculo de cobertura mucho más grande, el sensor que tenemos se quedará sólo con una parte, por eso decimos que esa focal es equivalente a una mayor.
También ocurrirá que un objetivo digamos “normal” de 50 mm en una cámara FF, usado en una cámara de formato menor tipo APSc se “comportará como un teleobjetivo medio. Normalmente lo señalan con un número (1,5 ó 1,3) seguido de una “x” para calcular la equivalencia de focales.
La resolución:
Hay tres características principales que distinguen la calidad de los objetivos: la resolución, el contraste y la corrección de aberraciones ópticas y cromáticas. Hay más pero estas son las más importantes.
Los ingenieros que los diseñan se empeñan en optimizar estos parámetros lo más posible, dentro de unos precios comercialmente razonables. Hay mucha competencia y es muy difícil hacerlo bien, por eso lo optimizan todo para un determinado “formato” que es su cliente potencial, ajustando el círculo de cobertura al mínimo posible para ese tamaño.
Tanto es así que el precio final de un objetivo es directamente proporcional a su círculo de cobertura y dentro de él a su resolución, su contraste y sus correcciones.
Vamos con un ejemplo con dos monstruos:
1) Objetivo Zeiss Planar de 80 mm diseñado para la cámara Hasselblad para formato 6x6 cms, con un poder de resolución de 50 pares de líneas por mm. si no recuerdo mal.
2) Objetivo Leica Summicron de 50 mm diseñado para FF formato completo (24x36mm), con un poder de resolución de 120 pares de líneas por mm.
Suponiendo que tenemos un sensor capaz de pillar eso, ¿Cuál de ellos proporcionará más resolución en una Canon 5D de formato completo?
- Obviamente el Summicrón, dos veces y media más. (120>50) pues con el Zeiss de la Hassel desperdiciamos círculo.
¿Y si usamos el Summicron en una cámara Leica FF y el Zeiss en una cámara Hasselblad de 6x6, qué foto, de las dos obtenidas, tendrá más resolución?
- Pues la de la Hassel porque aunque su resolución es 2,5 veces menor, el formato que cubre es 4 veces mayor y su resolución, por tanto, también. (50x4>120)
Cuando mayor es el formato a cubrir, es más complicado optimizar la calidad óptica no por problemas técnicos, hoy ya resueltos de sobra, sino por condicionantes económicos que son los que cuentan.
Conclusión:
Lo ideal es que nuestros objetivos se adapten lo más posible a nuestro tamaño del sensor, que ni sobre ni falte, para aprovechar toda su capacidad y sus virtudes.
La pregunta del post del inicio respecto a si perjudica un objetivo L para FF a un sensor APSc se contesta sola. Todos los objetivos en todos los formatos arrojan luz lateral parásita (la diferencia del rectángulo al círculo), por eso las paredes de la pequeña caja de luz de nuestras réflex es muy negra y mate, tratada especialmente para evitar que esa luz sobrante produzca reflejos a nuestras fotos. Si nos sobra mucha más luz por el pequeño tamaño de nuestro sensor, hay más riesgo de reflejos pero al sensor no le daña en absoluto.