Hace algunas semanas tuvimos la suerte de hospedar a una familia de colirrojos tizones. El papá se afanaba continuamente en traer comida a los polluelos (ya mostraré alguna otra toma) mientras estos piaban insistentemente. En esta escena, aunque casi se les puede oír solo con verlos, en realidad estaban esperando a que el papá les diera algo de comer. Pero en este viaje el papá eligió a otro polluelo (casi se intuye al fondo su perfil) y estos tres pobrecitos se quedaron con la boca muuuy abierta esperando que les tocase algo...
En términos fotográficos la toma no fue precisamente fácil, el nido estaba en un lugar muy alto dentro de una entrada, bajo el tejado, recibiendo muy poca luz y resultando prácticamente imposible disparar en toma frontal, y menos de arriba a abajo.