El leopardo es, sin lugar a dudas, el más esquivo de los grandes depredadores de la sabana. Esta foto es de 2014, está tomada en el
P. N. Serengeti. Habíamos visto al leopardo escondido, y esperamos más de una hora a que saliera. Después de una interminable espera... fue visto y no visto. El caso es que se cruzó al otro lado de nuestro tiempo terreno y se puso a contraluz... Cogió la presa que tenía a medias en el árbol y trepó muy rápidamente. Por el camino le “pillé”, esto es lo que pude obtener. Hoy la he vuelto a ver y me ha apetecido compartirla. En este caso, lo que se pueda mejorar para “la próxima ocasión” me temo que no va a tener un arreglo inmediato, pero nunca se sabe, siempre conviene tenerlo presente.
Datos: 380mm, ISO 400, 1/500s, f8.