ralcains escribió: Vamos a ver. En cuanto a las “mirrorless” yo también tengo alguna que otra y la considero bastante buena, tan buena o más que una reflex. La reflexión creo que hay que trasladarla no al tipo de dispositivo sino al actual estado de avance de la técnica, unido al concepto que podemos tener a la hora de entender nuestra relación con la fotografía, o lo que entendemos por fotografía propiamente dicha.
Me explico. Está claro que los dispositivos móviles tienen una importante limitación cual es el tamaño del sensor. Hoy esta limitación es fundamental porque los diminutos sensores no alcanzan, ni por asomo, las prestaciones de una cámara mínimamente decente por muy pequeño que sea su sensor (rango dinámico, resolución, tratamiento del ruido, etc., etc... y todo lo que se nos ocurra). Por lo tanto, es un dato objetivo que el tamaño del sensor, al menos hasta cierto límite, es directamente proporcional a sus prestaciones. Tampoco estoy descubriendo la pólvora, ya lo sé, pero esta reflexión tan simple hay que conectarla a la siguiente, que puede que tenga más calado.
¿Cómo queremos relacionarnos con la fotografía?, ¿Qué queremos hacer con esas fotografías que hacemos? Hasta hace 20 años, por decir una fecha más o menos “lejana” en los derroteros que la fotografía va tomando, la fotografía se palpaba, se tocaba con las manos, veíamos el resultado final o “producto” de una forma tangible. Posteriormente empezamos a verla en una pantalla de ordenador, ya no tenía “texturas”, la veíamos con la limitación de la pantalla, buena, mala o regular, que teníamos a nuestro alcance. Pero en los últimos años tampoco las vemos ya en una pantalla de ordenador sino en un aparato de, aproximadamente, entre cuatro y cinco pulgadas, es decir, algo más grande de lo que la vemos en la pantalla de nuestra flamante cámara digital. Si queremos ver algo con más detalle la pellizcamos para ver el diez por ciento de la foto.
¿Qué relación tienen entre sí estos dos pensamientos? Pues simplemente que si atendemos al concepto primigenio de fotografía, una hecha con un sensor de un dispositivo móvil actual no soporta la posibilidad de disfrutarla entre las manos. Estaremos “condenados” simplemente a observarla en un dispositivo no más grande que aquel con el que ha sido tomada. Las preguntas finales, que no son sino el principio del debate, por lo tanto, pueden ser las siguientes: ¿Qué concepto tenemos de fotografía? ¿Hacia dónde queremos llevarla, hacia dónde queremos que evolucione?
Una anécdota final completamente reveladora de la deriva que está tomando la fotografía, a mi pesar, por supuesto bajo mi particular criterio. Ayer mismo adquirí un objetivo bastante costoso, un verdadero top, a muy buen precio, a manos de un profesional que estaba deshaciéndose de su equipo por “cambio de sistema”. Abandonaba el sistema “full frame” y se pasaba a micro cuatro tercios porque sus trabajos eran fundamentalmente para el mundo de las redes sociales y, claro, ni quería un equipo tan pesado ni necesitaba tampoco un sensor tan grande ya que sus fotos se veían en pantallas pequeñas.
Vosotros diréis...
Grande la reflexión... y totalmente de acuerdo....
El iphone lo llevo en el bolsillo, y hago multitud de fotos del dia a dia que quiero guardar, y enviar por wasap.
El drone, cuando quiero "ver" cosas preciosas desde un punto de vista muy difernte.
La GoPro cuando voy en moto o debajo del agua.
... y ojalá supiera hacer fotos con una caja de zapatos.
La Nikon la saco a paseo cuando quiero hacer, buscar, una foto concreta, PERO creo y tengo claro, que no mejor o peor foto que la que consiga con el resto de cámaras. Igual que cada objetivo te da una foto diferente, cada cámara está pensada para una cosa, es la lógica del profesional que te vendió ese objetivo. Con la Nikon me sería muy complicado conseguir una foto que con el drone o GoPro es extremadamente fácil de conseguir, claro que puedo alguilar un helicoptero y llevarme la Nikon, claro que puedo comprar carcasas subacuaticas para la Nikon, pero....
PD: Eduardo, la Z6 es una maravilla, por eso hablan maravillas